Don, Sancho e yo en Madrid


Estoy parada en la Plaza de España ahora, mirando al hidalgo Don Quijote de la Mancha con su fiel escudero Sancho Pancha. Estan muy bien posicionados a mi frente.
No sé como tienen paciencia para sacar un montón de fotos con los turistas. A cada mirada, un nuevo grupo, un nuevo flash, increíble. Quizas les gusten las fotos y la fama.

Me miran o será que yo los miro? No sé...pero hay en este momento una complicidad, y  ya no me siento sola sentada en esta ciudad. No, porque creo que ellos están preguntandose sobre mi discreta presencia ante ellos. 
No sé constestar, por eso es mejor quedarme quietita aqui abajo del árbol para que no se sientan molestados.

Creo que Don me saluda...sí! ergue los brazos y gesticula con su mano.Vienen a caballo y de mi punto de vista creo que están cansados, las patas de los caballos no tienen mas fuerzas para caminar, quieren solo refrescarse en la fuente. Se quedan inmobles mientras otro grupo de turistas se acerca para más una sesión de fotografias.

Ahora, miro Cervantes que está arriba de los caballeros y nos observa magestuosamente. Es un gran escritor, creador de las figuras más importantes de la literatura mundial y su obra se hace viva hasta los dias de hoy. Sinto que me dice algo como "deje los caballeros andantes seguir su rota y su destino." Es impresionante verlos caminando por la plaza mientras escribo en mi cadernillo sentada en el banco.

Adios Don. Hay una gran jornada por la frente. Yo también tengo que seguir enfrente.

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